Australia centra su inversión en un ferrocarril más competitivo

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El Gobierno australiano, consciente de las crecientes necesidades de infraestructura, ha impulsado en los últimos años las inversiones ferroviarias tanto para el tráfico de mercancías como de pasajeros.

Australia, con 7,69 millones de kilómetros cuadrados, es la isla más grande del mundo y, a su vez, el continente más pequeño con un territorio de 3.700 kilómetros de norte a sur y de 4.000 km de este a oeste. Administra, además, otras ocho islas y el Territorio Antártico Australiano. Estas peculiaridades se reflejan también en sus conexiones y las in-versiones en movilidad y redes de comunicación. Actualmente tiene una población de casi 24 millones de habitantes, aunque se prevé que esta cifra se duplique en el año 2050. Más del 80% de sus habitantes vive en las zonas costeras del este y el oeste, dentro de un perímetro de 100 kilómetros, una característica que ha impulsado el transporte urbano.

El país se divide en seis estados y dos territorios: Nueva Gales del Sur (NSW), Queensland (QLD), Australia Meridional (SA), Tasmania (TAS), Victoria (VIC) y Australia Occidental (WA). Canberra, que significa “lugar de encuentro”, es la capital nacional y el centro del gobierno.

Estructura del sector ferroviario

En una zona de grandes extensiones, con la población muy concentrada, el transporte terrestre se ha convertido en un medio idóneo tanto para el suministro de mercancías como para la movilidad urbana. De ahí que la red ferroviaria de Australia sea la séptima más larga del mundo con más de 33.000 kilómetros. Su estructura responde a las peculiaridades del país, de enorme tamaño y con una población muy concentrada en las ciudades de las costas este y sudeste: Sídney, Melbourne, Brisbane, Perth, Adelaida y Canberra, la capital. Los factores  más determinantes para el desarrollo de las infraestructuras son las grandes distancias entre ciudades y los centros de producción (sector extractivo y agrícola). La red tiene diferentes tamaños. En el estado de Queensland, Tasmania y en la zona metropolitana de Perth se opera con ancho de vía estrecha (1067 mm) en la mayoría de las ocasiones para el trasporte de caña de azúcar. El internacio- nal (1435 mm) predomina en las líneas interestatales, así como en los estados de Australia Meridional, en la zona minera de Pilbara (Australia Occidental), Nueva Gales del Sur y el Territorio del Norte. En el estado de Victoria se ha implantado la vía ancha (1600 mm); aunque es la de menor extensión del país. Los tramos electrificados, que re- presentan un 10% de la red (3.222 kilómetros) se registran en las áreas metropolitanas: Sídney y Melbourne (1500 V DC) y Brisbane y Perth (25 kV AC).

La mayor parte de la infraestructura ferroviaria es propiedad del Gobierno australiano, ya sea federal o estatal, que también se encarga de su mantenimiento y de los nuevos desarrollos. Si bien, la operación y gestión de los servicios están a cargo de compañías privadas. Entre los principales agentes del sector están los operadores como Sydney Trains, NSW Trains, Metro Trains Melbourne, Yarra Trams y Transdev.

En el transporte de mercancías, Aurizon (anteriormente QR National), Genesee & Wyoming Australia y Pacific National son algunos de los principales operadores de mercancías de la red, mientras que Great Southern Railway, NSW TrainLink y Queensland Rail son los principales operadores ferroviarios de pasajeros de larga distancia. Metro Trains Melbourne, Sydney Trains, V/Line y Adelaide Metro operan los servicios ferroviarios de pasajeros en las prin- cipales áreas suburbanas. Además, un destacado número de ferrocarri- les mineros privados operan también en el país.

Inversiones en aumento

El Gobierno australiano, conscien- te de las crecientes necesidades de infraestructura, ha impulsado en los últimos años las inversiones ferroviarias tanto para el tráfico de mercancías como de pasajeros. El objetivo, mejorar la productividad nacional, apoyar el transporte de mercancías, descongestionar las ciudades crecientes y mejorar las conexiones con zonas colindantes. En los presupuestos de 2017-18, se destinan 20.000 millones de dólares australianos (13.543 M€) para obras de modernización de infraes- tructuras en todos los ámbitos. De todas ellas, hay siete apartados clave. En primer lugar, el “Programa Nacional de ferrocarriles” para el que se ha aprobado una inversión de 10.000 millones de dólares australianos (6.832 M€) para los próximos diez años.

Nuevas y mejores conexiones

Con esta iniciativa se quieren mejorar las redes urbanas y regionales de las ciudades. Además, hay un paquete especial para el estado de Australia Occidental. Junto a ellos, en Victoria, merece una atención destacada la conexión ferroviaria con el aeropuerto de Melbourne, la mejora del corredor de mercancías “Murray Basin” y el proyecto “Inland Rail”, que conecta Melbourne y Brisbane. Por último, hay un im- pulso a las conexiones más rápidas, especialmente las regionales.