LA ALTA VELOCIDAD EN ESPAÑA HA CUMPLIDO 30 AÑOS ESTE 2022. FUE UN 21 DE ABRIL DE 1992 CUANDO EL PRIMER TREN AVE INICIABA SU RECORRIDO EN NUESTRO PAÍS. CONCRETAMENTE, ENTRE LAS CIUDADES DE MADRID Y SEVILLA. TRES DÉCADAS DESPUÉS, ESTE RECORRIDO DE ALTA VELOCIDAD HA COLOCADO A ESPAÑA COMO UN REFERENTE A NIVEL MUNDIAL A NIVEL FERROVIARIO.
3.728 kilómetros de longitud de red, tal y como indica el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, colocan a España a la cabeza de la alta velocidad en Europa y en la segunda posición a nivel mundial, tan solo por detrás de China. 30 años atrás, cuando se realizó el primer viaje de alta velocidad entre Madrid y Sevilla, España contaba con 18 trenes y 470,5 kilómetros de línea que conectaban cinco ciudades: Madrid, Ciudad Real, Puerto Llano, Córdoba y Sevilla. La inversión realizada para la mayor obra de ingeniería ferroviaria hasta ese momento superó los 3.200 millones de euros.
Con esta inauguración de la alta velocidad, España se convertía en el cuarto país del mundo en apostar por este sistema de transporte, tras Japón (Tokio-Osaka, 1964), Francia (París-Lyon, 1981) y Alemania (Hannover-Wurzburgo, 1991).
Ahora, tres décadas después, los números se han multiplicado sobre manera y ya son más de 200 trenes los que circulan por las 13 líneas de alta velocidad que conectan 67 ciudades. Los 3.728 kilómetros de red permiten que alrededor del 68% de la población española se beneficie de la alta velocidad. Durante todos estos años, más de 350 millones de viajeros han utilizado estos servicios. De ellos, alrededor de 267 corresponden a los usuarios de los servicios AVE y Avant y cerca de 90 millones a los de los servicios de ancho variable, que permiten utilizar, sin trasbordos, los dos tipos de vía existentes en España.
La primera línea de alta velocidad colocó a España en el panorama internacional y supuso una transformación a nivel tecnológico e industrial. Hoy en día la industria española es un referente mundial a nivel de infraestructuras, innovación y sostenibilidad, habiendo importando su know-how a países de todo el mundo. De hecho, la industria ferroviaria española afronta un liderazgo mundial en lo que a competitividad y prestigio se refiere. Hecho que queda demostrado en la aportación que las empresas españolas están realizando en cientos de proyectos dentro y fuera de nuestras fronteras.
Según la OCDE, España se encuentra entre los 10 primeros países y la red de alta velocidad es un referente, un ejemplo a seguir por muchos países. Es, en definitiva, una de nuestras mejores cartas de presentación y sitúa a la industria española a la vanguardia del sector a nivel internacional.
Este buen hacer de la industria ferroviaria española queda patente en el hecho de que está presente en los proyectos de alta velocidad más relevantes en el mundo, en países como Estados Unidos, Reino Unido, Turquía o Arabia Saudí, entre otros.
“La primera línea de alta velocidad colocó a España en el panorama internacional y supuso una transformación a nivel tecnológico e industrial”
La construcción de las nuevas infraestructuras de alta velocidad existentes actualmente en España ha supuesto la inversión de más de 50.000 millones de euros. ¿El principal hito conseguido? La conexión del territorio, uniendo numerosas ciudades de centro a centro e impulsando el desarrollo y una movilidad más sostenible. No en vano, 26 provincias cuentan actualmente con servicios de alta velocidad, lo que supone el 57,9% de la superficie total de España. De media diaria, circulan 677 trenes y más de 31 millones de personas disfrutan de sus beneficios.
“16,8 millones de viajeros utilizaron la alta velocidad en 2021”