Alemania, con una superficie de 357.050 km2 y 81,7 millones de habitantes, tiene una red ferroviaria consolidada de 43.468 kilómetros, la más grande de la Unión Europea y la sexta a escala mundial. Su estratégica situación, así como su apuesta por medios de transporte modernos, hacen que se sitúe a la cabeza en la incorporación de sistemas y nuevas tecnologías que garanticen la máximas seguridad, fiabilidad, la eficiencia energética y el respeto al entorno y al medio ambiente.
Un mercado maduro
El mercado ferroviario alemán se caracteriza por su madurez, con extensas y modernas redes. El ferrocarril desempeña un papel clave tanto en las ciudades, como en las conexiones regionales y con países europeos, ya que tiene una fuerte demanda como medio de desplazamiento. En cuanto a su estructura, una característica de esta industria ferroviaria es la coexistencia de un amplio número de empresas de mediano tamaño, proveedores de componentes, sistemas eléctricos y automáticos.
Por una parte están las empresas del Estado, filiales del grupo Deutsche Bahn que poseen la mayor parte del servicio de transporte de cercanías, mercancías y largo recorrido (DB Regio, DB Cargo, DB Fernverkehr) y tienen más de 4.200 clientes en Europa. Se trata del proveedor de una de las redes ferroviarias más grandes del mundo, con alrededor del 80% de la cuota de mercado del tráfico total de mercancías y el 99% del tráfico total de pasajeros de larga distancia en Alemania, y el 74% de cercanías.
Operadores ferroviarios
Además de Deutsche Bahn, en la red alemana operan más de 150 compañías privadas. EI S-Bahn Stadtschnellbahn da servicio a las principales áreas suburbanas y Hamburg Cologne Express (HKX) es el segundo mayor operador de larga distancia de pasajeros. A ellas se suman las compañías de los estados federados, las municipales, así como aquellas de terceros países que trabajan en el país (Schweizerischer Bundes Bahn, dueña de SBB Cargo Deutschland; Trenitalia que absorbió TXLogistico, y la francesa SNCF a través de su filial Captrain. Respecto a las empresas privadas, hay cinco que son las más destacadas (Mittelwesery RC4 en el transporte de mercancías y Veolia, Arriva y Abellio en transporte de pasajeros). En 1994 se optó por un suave y paulatino proceso de liberación.
De esta forma, la empresa nacional, Deutsche Bahn cedió en torno al 25% del tráfico de pasajeros al sector privado. Si bien, DB mantiene sus actividades en las líneas de ámbito nacional, el mantenimiento de la infraestructura sigue estando a cargo del estado. En los últimos años la apertura a la competencia ha comenzado también en el transporte ferroviario interurbano y de cercanías.
Plan maestro de inversiones
El Ministerio de Transportes de Alemania tiene en marcha un plan maestro de infraestructuras a largo plazo. Se trata del “2030 Federal Transport Infrastructure Plan” o FTIP. Esta hoja de ruta incluye tanto las inversiones necesarias para el mantenimiento estructural y la reparación de la infraestructura, como otros 1.000 proyectos de modernización y construcción.
En total, este nuevo programa cuenta con una financiación de 269,6 mil millones de euros para redes de transporte de alta calidad. De esta cantidad, las actuaciones para la mejora del sistema ferroviario representan el 41,6 %, con la principal prioridad en el mantenimiento estructural de la red existente. Entre los objetivos, acabar con los cuellos de botella, incrementar la capacidad de transporte, reducir los tiempos de espera y continuar con los procesos de digitalización. En la lista de los proyectos ferroviarios destacan especialmente las ampliaciones de las redes de alta velocidad, así como trabajos de modernización, electrificación y duplicación de trazados. Para todo ello, hay una partida de 40.456 millones de euros, según se detalla en el anexo II de este plan estatal.
“DB2020+ strategy”
A su vez, DB Group también tiene en marcha la “DB2020+ strategy”, un programa en el que establece las prioridades para hacer frente a los crecientes flujos de tráfico en Europa. Para tal fin, la compañía continúa avanzando en temas como modernización de estaciones, digitalización, puntualidad, eficiencia energética, etc. El operador ferroviario estatal alemán elevará este año la inversión en su infraestructura, como parte del impulso que quiere darle a su red para conseguir uno servicios eficientes, cómodos, puntuales y modernos. El grupo planea gastar una “suma récord” de 9.300 millones de euros (11.600 millones de dólares) en modernizar, reparar y ampliar vías, estaciones, puentes y túneles. Esta cifra supone un aumento del 9,4% respecto al último ejercicio. Entre los proyectos más relevantes están las actualizaciones en las principales rutas, como los tramos que unen los puertos del norte de Bremen y Hamburgo con las ciudades más al sur, y dos líneas que atraviesan la frontera sudeste de Alemania con Austria. Además, unas 700 estaciones, incluidos Frankfurt y Magdeburg, en el este de Alemania, también se incluyen en estos proyectos de mejora, con un presupuesto de 1.200 millones de euros.