La alta velocidad en España es un modelo para el mundo por varias razones. Por un lado, la dificultad del terreno requería ambiciosas y complicadas labores de ingeniería e infraestructura en una gran cantidad de kilómetros. Además, la situación del sector ferroviario hasta entonces estaba bastante relegada al vagón de cola, y el AVE trajo no sólo velocidad, sino un concepto de viaje radicalmente diferente: introdujo modernidad desde el embarque hasta la llegada, comodidad, distinción… Supuso, en suma, un cambio de paradigma en el modo de viajar en España.
El pronóstico para 2030 es duplicar el tráfico en alta velocidad en el mundo, lo cual requerirá una inversión en el sector para sostenerlo
Desde entonces, hace más de 30 años, la innovación se ha convertido en norma, se han superado los 4.000 km de vía (lo que nos convierte en el segundo país del mundo con la red más extensa, después de China y la más extensa de Europa), y la movilidad ferroviaria en nuestro país es segura, cómoda, rápida y moderna. Además, se enmarca en el contexto de los objetivos que marcan las autoridades mundiales con respecto a dos temas que preocupan a la sociedad: el respeto al medio ambiente y la eficiencia energética, como el Pacto Verde Europeo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Por todos estos motivos son muchas las administraciones de transporte de otros países que anhelan para sí una transformación similar, y por eso nuestros profesionales son tan solicitados para replicar el hito. Como ejemplo sirvan países como Australia, Egipto e India. En este último caso, las autoridades confiaron en la asesoría de nuestros profesionales para analizar la viabilidad de una línea de alta velocidad entre Nueva Delhi y Calcuta. En Australia, la ingeniería española asesorará en materia de sistemas ferroviarios, incluyendo telecomunicaciones, señalización, energía y material rodante; estacionamiento e instalaciones de mantenimiento y operación.
El panorama para nuestra industria es positivo. Se anuncia la duplicación de alta velocidad en el mundo para 2030, lo cual requerirá, sin duda, una inversión en infraestructuras, proyectos y servicios que lo sostengan y que faciliten una red de movilidad internacional.
Los profesionales y empresas de la industria ferroviaria española son requeridos en todo el mundo para replicar el modelo de la alta velocidad español