LA TRANSFORMACIÓN DEL MODELO DE MOVILIDAD HACIA UN TRANSPORTE MÁS RESPETUOSO CON EL MEDIO AMBIENTE, LIBRE DE EMISIONES, HACE QUE EL FERROCARRIL SE CONVIERTA EN LA PRINCIPAL APUESTA DE LA MOVILIDAD SOSTENIBLE.
La población de las grandes ciudades está experimentando en los últimos años una transformación al alza con la creación de núcleos urbanos próximos a las mismas como una prolongación de éstas. Actualmente, según el Banco Mundial, y cuando la cifra de la población mundial se sitúa cerca de los 8.000 millones de individuos, el 56 por ciento de los mismos habitan en las ciudades, es decir, prácticamente 4.400 millones, y se espera que se vaya incrementando este número paulatinamente hasta llegar en 2045 a los 6.000 millones.
Por su parte, el último informe de la ONU-HABITAT, presentado a finales del año pasado considera que en el horizonte del año 2050 la población que habite en el entorno de una ciudad será superior al 68 por ciento, y lo resumen en la conclusión de que, al ritmo de llegada a esos puntos de hábitat, los dos tercios de la población mundial (se calcula 8.500 millones para 2050) vivirá en las urbes. En el caso particular de España, la previsión es que para ese año será un 88 por ciento de la población residente en el país la que lo haga en cualquiera de las capitales de provincia.
Un ejemplo lo tenemos en la partida de inversión destinada en Los Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio, que tiene su reflejo tanto en las obras en ejecución, como en las previstas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), y con los que se quiere, según indica el propio Gobierno, “consolidar para el futuro el rol prioritario del tren en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones”.
El ferrocarril en 2023 lidera las inversiones del MITMA, con casi 8.000 millones de euros, y en ellos hay más de 2.693 millones de euros para la alta velocidad, y una cifra superior a los 3.400 millones de euros para la red de cercanías y la red convencional, lo que supone un aumento, en este caso, de un 22 por ciento con respecto al año pasado. (Fuente: PGE).
Recientemente se ha anunciado desde el ministerio la aprobación de la Estrategia Indicativa Ferroviaria para el periodo 2021-2026 que prevé inversiones por valor de 24.200 millones de euros, destinados a promover el desarrollo, mantenimiento y renovación de la infraestructura ferroviaria.
Con esta carta de presentación, no es de extrañar que la industria ferroviaria española esté a la vanguardia de esta industria mundial, y que se demande su presencia allí donde se quiere llevar a cabo una infraestructura de este tipo. Y es que España se ha consolidado como un espejo para el mundo.