El transporte público de bajas emisiones precisa más fondos
Las previsiones de la Unión Europea y del Banco Mundial es que para 2045 el 50 por ciento de la población habite en las ciudades, y en el caso de España se apunta a que ya en 2030 será el 40 por ciento el que se aglutine en localidades de más de 50.000 habitantes. Por ello es preciso desarrollar una política intensa de descarbonización de la economía y una mejora medioambiental con la transformación de la red de transportes públicos en urbes y entornos metropolitanos.
Por ello el Gobierno español prevé que una buena parte de los fondos europeos asignados por Europa se destinen a ayudar a las Comunidades Autónomas y entidades locales para conseguir convertirse en zonas de bajas emisiones (ZBE).
El componente 1 de la primera palanca del PRTR, es precisamente quien se refiere a la transformación de los entornos urbanos, y a los objetivos de descarbonización y mejora de la calidad del aire en las ciudades, aspectos que pasan por cambiar el actual modelo de transporte. Medidas con las que facilitar los desplazamientos menos contaminantes, con una mayor penetración de la movilidad electrónica y de otras energías alternativas a las derivadas de residuos fósiles.