UNO DE LOS PAÍSES MÁS PUNTEROS EN INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS TRABAJA EN UNA AMBICIOSA ESTRATEGIA DE MOVILIDAD PARA DAR RESPUESTA A LOS RETOS DEL SIGLO XXI. EL OBJETIVO, SER EL ABANDERADO DEL CAMBIO Y AVANZAR EN ASPECTOS CLAVE COMO LA DIGITALIZACIÓN, LA SOSTENIBILIDAD, LA CONECTIVIDAD Y LA SEGURIDAD.
El transporte es uno de los sectores que mayor transformación debe acometer en las próximas décadas para dar respuesta a los principales retos de la sociedad. Estos cambios vienen marcados por tendencias como el acelerado ritmo de la evolución tecnológica, la lucha contra el cambio climático o la concentración de la población en grandes núcleos urbanos. Además hay que tener en cuenta la irrupción de nuevos conceptos como el de la Movilidad como Servicio (MaaS), que sitúa al pasajero en el centro de todo el sistema o las alternativas “saludables” que busca el viajero para completar sus itinerarios.
A todo ello se unen situaciones especiales, como la presente, debida a la pandemia, donde se ha visto la eficacia de poner a disposición de los pasajeros un sistema de transporte dinámico, resiliente, dotado con los últimos desarrollos para garantizar la seguridad, la plena información y la coordinación en los distintos niveles.
España, con una de las infraestructuras ferroviarias más punteras del mundo, es consciente de estos desafíos y de la necesidad de diseñar una política en esta materia que se adapte a los nuevos tiempos y requerimientos de los ciudadanos. Por este motivo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), se ha marcado como prioridad trabajar en la planificación de una nueva política global de movilidad que aporte soluciones reales a las principales tendencias sociales y tecnológicas y que saque el máximo partido a las redes actuales.
Desde el punto de vista económico, cabe destacar también la importancia de este programa, debido al gran peso que tiene el sector del transporte. Según los datos aportados por el MITMA, representa el 4,53%1 del PIB y genera unos 812.0002 puestos de trabajo en España (4,5% del empleo total).
Ley de Movilidad Sostenible
En la actualidad, desde el Ejecutivo se trabaja en el diseño de la “Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte”. Uno de los primeros pasos para su aprobación ha sido la apertura de una consulta pública al anteproyecto, que finalizó el 15 de noviembre de 2020, con el fin de contar con la participación de los ciudadanos y las organizaciones más representativas del sector en el proceso previo a la elaboración del correspondiente borrador.
Esta ambiciosa Ley será la base normativa de “Es.movilidad” el concepto con el que define la nueva “Estrategia de Movilidad: Segura, Sostenible y Conectada 2030”. Se trata de una guía que marcará las actuaciones del MITMA en este campo durante la próxima década y que se basa en tres conceptos clave :seguridad, sostenibilidad, y conectividad.
Su estructura se ha divido en nueve ejes prioritarios que se desarrollarán mediante más de 40 líneas de actuación y más de 150 medidas concretas. En esta estrategia se destaca la importancia de la movilidad como “un elemento de cohesión social y de crecimiento económico”. Por este motivo, se quiere analizar dónde deben ponerse el foco y los esfuerzos para optimizar los recursos que se destinarán a las mejoras de una de las redes de transporte más punteras del mundo.
Ante los numerosos campos de actuación que se incluyen en esta Estrategia, el Ministerio se quiere centrar en priorizar las inversiones para conseguir el mayor beneficio social en esta materia.
De ahí que aspectos como el mantenimiento y la conservación de la infraestructura actual, la digitalización, la intermodalidad, la seguridad, la reducción de emisiones o las soluciones a los problemas de la movilidad cotidiana de los ciudadanos sean prioritarios. El objetivo es dar un paso más para implementar una red de transporte de gran fiabilidad y calidad en los servicios, eficiente, sostenible y conectada para el presente y para las generaciones futuras.
Cabe destacar también que uno de los cuatro principales propósitos que se persiguen es cumplir los compromisos medioambientales adquiridos por España a escala internacional. Entre ellos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París, así como el Pacto Verde Europeo. Asimismo, se implementarán también planes nacionales diversos como la Agenda del Cambio, la Agenda Urbana Española, el Reto Demográfico y el Marco Estratégico de Energía y Clima.
Un modelo basado en la participación y el debate
La autoridades españolas quieren encabezar el debate que debe plantearse sobre el modelo de movilidad, más aún en un momento donde una de las prioridades es cumplir con los retos medioambientales y los cambios de la sociedad debido a la digitalización y el crecimiento de los entornos urbanos.
Por este motivo, se ha llamado a la participación ciudadana e institucional mediante la creación de una herramienta llamada “Documento para el Debate”. La idea es generar un punto de encuentro, reflexión y diálogo para que, entre todos, se realice una puesta en común y un diagnóstico global de la situación actual.
Además, consideran que es una vía idónea para que se propongan los cambios más acuciantes, con el fin de elegir bien los pasos que se darán en esta estrategia y establecer los objetivos y las medidas que deben llevarse a cabo. El enfoque integrador del MITMA busca la cooperación de todos los agentes implicados en el ecosistema de la movilidad, desde organismos y entidades del grupo, hasta las asociaciones como Mafex, academias, organizaciones empresariales, el sector privado y la sociedad civil.
Un documento marco con la visión puesta en 2030
Con el fin de avanzar hacia el nuevo paradigma de la movilidad, la estrategia nace con la idea de contar con un “documento marco” que proporcione una visión a largo plazo, con el horizonte en 2030.
Sin embargo, las medidas se irán ejecutando a corto y medio plazo. De esta forma, según se vayan implementando se puede aprender de la experiencia obtenida, evaluar los avances y realizar los ajustes que se estimen necesarios para conseguir los objetivos marcados. Por esta razón, las medidas concretas que se recogen en cada uno de los nueve ejes se plantearán con metas trienales.
Una estrategia basada en tres principios clave
La puesta en marcha de la “Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030” se basa en los tres conceptos clave que se engloban en su propia denominación.
- Seguridad
Uno de las principales ideas que guiarán las acciones de este plan estratégico es la seguridad. El objetivo es garantizar una mayor protección de personas y bienes. Por este motivo, se invertirá en aspectos como la mejora de los estándares y la reducción de la siniestralidad. En este ámbito se incluyen trabajos en la seguridad de las infraestructuras y la operación comercial, así como en casos de emergencia y crisis, actos ilícitos y ciberseguridad.
- Sostenibilidad social, económica y medioambiental
Las líneas de actuación que se lleven a cabo en este ámbito vendrán marcadas por unas prioridades que favorezcan una movilidad cotidiana respetuosa con el medio ambiente y la equidad económico-social. El objetivo es luchar contra el cambio climático mediante el aumento de la eficiencia energética y la reducción de emisiones, tanto en el transporte de pasajeros como de mercancías. Para tal fin se impulsarán los modos más ecológicos, como es el ferrocarril, la resiliencia climática o la economía circular, entre otros aspectos.
- Conectividad
Este concepto clave se tendrá en cuenta desde una triple vertiente. Por una parte, se considera que la digitalización y los avances tecnológicos son una gran oportunidad para la trasformación del sector transporte. Por otra, que esa conectividad debe ser con Europa y el mundo.
Y, en tercer lugar, debe ir también asociada a la idea de multimodalidad para unir los diferentes tipos de redes.