Estabilidad a largo plazo en sensores para ferrocarril e hidrógeno

LOS SENSORES TRAFAG DE CAPA FINA DE ACERO MUESTRAN, INCLUSO DESPUÉS DE 20 MILLONES DE CICLOS DE CARGA, UNA DERIVA CLARAMENTE POR DEBAJO DEL 0.05%.

Los sensores en capa fina de acero de Trafag, incluso después de diez años, mantienen los valores de medición, en la mayoría de los casos, por debajo del 0.3% de su estado original. Una de las pruebas más exigentes que realiza Trafag es en la que se ejecutan 20 millones de ciclos de carga, con un mínimo de 1.5x presión nominal. Sólo unos pocos sensores de la competencia resisten esta prueba sin que se dañe el sensor. Por el contrario, los sensores Trafag de capa fina de acero muestran, incluso después de 20 millones de ciclos de carga, una deriva claramente por debajo del 0.05%; es decir, se mantienen prácticamente en estado original y sin daños. Para un sector como el ferroviario, donde el material rodante y las instalaciones deben funcionar correctamente durante un largo período de tiempo, es de vital importancia que los sensores instalados funcionen también correctamente tras muchos años bajo condiciones difíciles. En estas aplicaciones la exactitud, fidelidad y precisión son obligatorias, junto con una excelente estabilidad a largo plazo de la señal de medición.

Adicionalmente a esto, la gama ferroviaria cumple EN50155, EN45545, EN61373, EN50121 y EN60068.

En el caso de los sensores compatibles con H2, fabricados en acero austenítico, con alto contenido en níquel y tratamiento con N2, previenen la fragilización y la permeabilidad, estando certificados EC-79.