María Luisa Domínguez, Presidenta de Adif y Adif Alta Velocidad
Revista Mafex: Como nueva presidenta de Adif y Adif Alta Velocidad (AV) tras su reciente nombramiento por parte del Consejo de Ministros, ¿cómo afronta esta nueva etapa profesional al frente de uno de los organismos de mayor peso dinamizador del sector ferroviario?
María Luisa Domínguez: Para alguien que, como yo, ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en Adif es un honor y un reto ilusionante, además de una gran responsabilidad. Estamos inmersos en una época decisiva para el ferrocarril, en la que, a pesar de un contexto que a priori podría parecer adverso, las oportunidades prevalecen sobre las dificultades.
Esto se hace más patente si tenemos en cuenta que Adif y Adif Alta Velocidad han sido capaces de afrontar retos de gran magnitud en los últimos meses: la liberalización para poner más trenes sobre las vías y extender la alta velocidad a más familias; los convenios con la Administración General del Estado, que por fin garantizan la predictibilidad necesaria para acometer las inversiones que precisamos; y el plan de relevo generacional, que era una urgencia y que nos permitirá traer nuevo talento a la casa. Y por supuesto el ingente trabajo desarrollado para poner en servicio nuevos tramos de alta velocidad: este año, Galicia y Elche-Orihuela, y más adelante las conexiones a Extremadura, Asturias, Murcia y Almería, entre otras, con importantes avances en los corredores transfronterizos Atlántico y Mediterráneo.
También hemos trabajado en nuestro Plan Estratégico 2030, avanzado en cultura de seguridad y promovido todas las actuaciones necesarias para aprovechar los fondos europeos y el Mecanismo para la Recuperación y Resiliencia. Por eso creo que tenemos por delante un futuro prometedor, en el que el ferrocarril está llamado a ocupar un puesto central en la nueva movilidad.
En los próximos años, Adif y Adif Alta Velocidad tienen que ejecutar 5.785 millones de euros (importe sin IVA) procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para mejorar las movilidad urbana e interurbana, potenciando las redes de Cercanías, reducir desigualdades entre territorios, transformar el papel de las estaciones, impulsar los Corredores Atlántico y Mediterráneo, potenciar la intermodalidad y las mercancías y ayudar, en definitiva, a que ningún español se quede atrás en su derecho a la movilidad. Adif y Adif Alta Velocidad, y también el sistema ferroviario en su conjunto, tendremos un papel clave en una recuperación que dote de competitividad a nuestra sociedad. Si ya el ferrocarril se postulaba como epicentro de movilidad sostenible, las ventanas de oportunidad que se abren crecen exponencialmente.
Revista Mafex: Estamos inmersos en el “Año europeo del ferrocarril”. Esta conmemoración coincide en el tiempo con el proceso de liberalización del transporte de pasajeros o el emergente modelo de nueva movilidad. En este sentido, Adif trabaja en un Plan Estratégico 2030 para afrontar los cambios que llegan al sector. ¿Cuáles son las líneas principales de trabajo y los objetivos de este programa a diez años vista?
María Luisa Domínguez: El proceso de liberalización del transporte ferroviario de viajeros ha supuesto un hito para Adif y para el sector del transporte en general. Un proceso que se ha realizado con la mayor transparencia y que es ya una realidad, puesto que desde el mes de mayo prestan sus servicios el operador Ouigo y la marca Avlo de Renfe. Está previsto que en 2022 inicie sus servicios Ilsa, la tercera empresa que ha logrado disponer de reserva de capacidad de sus trenes.
Nuestro objetivo es lograr una apertura del mercado con la máxima competencia posible y que incremente sustancialmente la utilización de la red ferroviaria, lo que supone un verdadero reto para nuestra empresa. Así, en este proceso de liberalización, el principal beneficiario será, sin duda, el usuario, que disfrutará de una oferta de transporte ampliada y más competitiva y de la modernización del sector.
La liberalización ferroviaria, que está siendo uno de los principales protagonistas en este Año Europeo del Ferrocarril, forma parte del cambio de paradigma al que se enfrenta actualmente el sector del transporte, en el que la movilidad se incorpora en un concepto más amplio del establecido tradicionalmente. Esto supone poner a los usuarios como elemento central de las políticas de movilidad, planteando soluciones eficaces a sus necesidades más allá de la dotación de infraestructuras y de facilitar el desplazamiento entre un origen y un destino.
En Adif entendemos que el nuevo concepto de movilidad está íntimamente relacionado con la evolución de la sociedad, el desarrollo urbano y territorial, la generación y consumo de energía, la calidad de vida, la relación del ser humano con la naturaleza y su afección sobre el medio ambiente. Este cambio de rumbo necesita de un enfoque integrador que facilite las relaciones multidisciplinares de la movilidad integral y multimodal. Por esta razón, el plan estratégico de Adif y Adif Alta Velocidad apuesta por una política de movilidad que pone el foco en la sociedad, a la que damos servicio como ente público, y coloca al usuario y sus necesidades en el centro y motor del plan.
Los principales objetivos de nuestro Plan Estratégico 2030 son la seguridad; la movilidad sostenible, competitiva e intermodal; la estabilidad de la inversión pública; y la maximización del impacto de las infraestructuras en el crecimiento económico a medio plazo, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y la cohesión social y territorial. Y en este marco, tanto Adif como Adif Alta Velocidad establecen las principales iniciativas para hacer frente a 11 desafíos críticos para la institución en particular y el sector ferroviario en general. Desafíos que guiarán las principales líneas de trabajo de la empresa en los próximos años.
Uno de estos desafíos es, por supuesto, la liberalización del sector ferroviario y la completa implementación del cuarto Paquete Ferroviario, atendiendo a todos los posibles operadores de las infraestructuras ferroviarias y en el marco de la Declaración sobre la Red.
Pero son igualmente importantes otros desafíos como la implementación de la Cultura de Seguridad; combatir los efectos del cambio climático; la ampliación de la red ferroviaria y la promoción de la movilidad y conectividad; mantener la sostenibilidad económica, con una marcada orientación a resultados; y la implementación de un plan ante pandemias y emergencias. Para afrontar estos retos, Adif tiene que hacer frente a otros durante los próximos años como el relevo generacional de la estructura de recursos humanos de la empresa; la adaptación e impacto a las tecnologías disruptivas y la promoción de la diversidad, igualdad y acción social.
No hay que olvidar que el Plan Estratégico 2030 tiene como objetivo conseguir que Adif contribuya significativamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, asumidos por el Gobierno de España en la Agenda del Cambio, y desarrollados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en su Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada.
En definitiva, este Plan pretende posicionar a Adif y Adif Alta Velocidad de forma competitiva y sostenible en el sector de la gestión y explotación de las infraestructuras ferroviarias en el marco de una nueva visión de la política de infraestructura del Mitma.
Revista Mafex: La pandemia ha acelerado la implantación de un modelo económico sostenible donde el ferrocarril sea el eje central de las inversiones en infraestructuras de transporte. Precisamente, se han suscrito dos convenios con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana por los que se destinarán 12.764 millones de euros entre 2021 y 2025 al impulso de la red nacional. ¿Puede darnos más detalles de las actuaciones que se llevarán a cabo?
María Luisa Domínguez: Los convenios suscritos por Adif y Adif Alta Velocidad con el Mitma son una herramienta fundamental para garantizar la sostenibilidad económica de ambas compañías y la estabilidad de las inversiones en el medio plazo. De esta forma, ya no quedamos a merced de posibles vaivenes políticos y se establece un marco estable de relación con la Administración General del Estado, que nos garantiza la aportación económica necesaria para poder desarrollar nuestras funciones.
Todo ello en concordancia con las prioridades establecidas en la Estrategia de Movilidad del Mitma y la futura Estrategia Indicativa para el desarrollo, mantenimiento y renovación de las infraestructuras ferroviarias integrantes de la Red Ferroviaria de Interés General titularidad de Adif y Adif Alta Velocidad, así como de la política común europea de transporte ferroviario.
La aportación de más de 12.700 millones de euros se destinará fundamentalmente a sufragar el desarrollo y mejora de la red ferroviaria, tanto la convencional como la de alta velocidad, así como su gestión y administración. En este sentido, se marcan dos prioridades claras: por una parte, las redes de Cercanías y la potenciación de la movilidad urbana, y, por otra parte, el desarrollo de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) y sus corredores.
Tampoco se puede olvidar el impulso a las terminales intermodales y logísticas, los accesos a los puertos y otras actuaciones de carácter transversal. Por último, parte de estas aportaciones se destinarán a compensar la reducción de los ingresos por cánones por el mantenimiento de las tarifas en ambas entidades.
Por supuesto, los convenios no son un cheque en blanco para Adif y Adif Alta Velocidad y en ellos se detallan, de una forma pormenorizada, los compromisos y obligaciones durante el periodo 2021-2025, entre los que destacan el cumplimiento de las obligaciones de inversión; la optimización de la gestión de la explotación de la red ferroviaria; la conservación, mantenimiento y renovación eficiente de la infraestructura, aplicando criterios de seguridad y eficiencia; la coherencia entre los planes de inversión y financiación para la construcción y administración de la red; y la puesta en marcha de actuaciones tendentes a favorecer la política europea de transportes (interoperabilidad ferroviaria y adaptación a los estándares europeos).
Además, ambas compañías deberán alcanzar los valores acordados respecto a diversos indicadores con el objetivo de favorecer una gestión socialmente responsable, que impulse el desarrollo de un sistema de infraestructuras seguro, sostenible, eficiente y de calidad. En concreto, se evaluará la prestación del servicio (fiabilidad de las instalaciones e índices de puntualidad), la capacidad de la red (disponibilidad de las instalaciones), la gestión de los activos (cumplimiento de los planes de mantenimiento preventivo), la calidad de la vía, los niveles de seguridad (accidentabilidad) y la protección del medio ambiente (reducción de emisiones).
Se trata, en definitiva, de una apuesta clara por el transporte ferroviario, por un modelo de movilidad sostenible, que actúe como motor de crecimiento y cohesión social.
Revista Mafex: En cuanto al transporte de mercancías, ¿se empleará esta gran inversión en potenciar la intermodalidad, las conexiones con los principales puertos del Estado y corredores estratégicos como el Mediterráneo y el Atlántico?
María Luisa Domínguez: Por supuesto. Además de potenciar las Cercanías y la movilidad urbana, entre los principales objetivos de estas inversiones se encuentra el impulso al transporte ferroviario de mercancías, a través del desarrollo de los corredores de la Red Transeuropea de Transporte, que serán grandes vertebradores del continente, y el impulso a los Nodos Estratégicos y a las conexiones ferroportuarias, entre otras actuaciones de gran calado.
“Entre los principales objetivos de las inversiones se encuentra el impulso al transporte ferroviario por mercancías”.
No puede ser de otra manera, porque trabajamos alineados con el Plan de Mercancías 30 que está desarrollando el Mitma, que plantea alcanzar una cuota del 10%, y con los objetivos de la Estrategia para una Movilidad Sostenible de la Comisión Europea, que propone el reto de aumentar el tráfico de mercancías por ferrocarril un 50% para 2030 y que se duplique para 2050, como una de sus principales apuestas para reducir emisiones. La meta es que el transporte intermodal por ferrocarril pueda competir en igualdad de condiciones con el transporte por carretera y, para alcanzar esos retos, es necesario un fuerte impulso al transporte de mercancías.
En relación con los corredores de la TEN-T, Adif está inmersa en diferentes actuaciones que requieren importantes inversiones, a fin de convertirlos en interoperables para todos los tipos de operadores que estén interesados en canalizar parte de las cargas a través del ferrocarril. Estamos trabajando en la implantación de los criterios de interoperabilidad comunitarios, como la electrificación de las líneas, el sistema estándar europeo ERTMS, la carga por eje de 22,5 toneladas, los apartaderos para trenes de 740 metros y una velocidad mínima de 100 km/h para líneas de mercancías. Estos requisitos técnicos son necesarios para materializar una red multimodal sólidamente estructurada y homogénea que vertebre la movilidad en Europa y favorezca la cohesión de los territorios de España y la competitividad de nuestros sectores industrial exportador y logístico, entre otros.
A las inversiones mencionadas se sumarán los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE, que supondrán un importante impulso para continuar su desarrollo y acelerar el trasvase modal de la carretera al tren. Estos fondos supondrán el empuje definitivo para una movilidad sostenible, segura y conectada.
Por otro lado, Adif está trabajando, en cooperación con el Mitma y las comunidades autónomas, en el desarrollo de una red estratégica de terminales intermodales y logísticas en Valencia, Madrid, Barcelona, Vitoria, Valladolid, Sevilla y Zaragoza. Estos nodos, que integran plenamente el ferrocarril en la cadena de transporte de las empresas del sector logístico español, forman parte de los Corredores Atlántico y Mediterráneo, y se han diseñado igualmente para cumplir los estándares de interoperabilidad europeos y en particular, el relativo al tratamiento de trenes con un mínimo de 22,5 toneladas de carga por eje y una longitud de 750 metros.
Otro de los pilares para el impulso del transporte de mercancías son las conexiones con la red portuaria. El tráfico intermodal en España está fuertemente vinculado a los puertos y en los últimos años la cadena marítimo-ferroviaria ha crecido de manera importante. Es fundamental que las administraciones vayan de la mano para que no se produzcan rupturas de carga y la logística sea eficiente y correcta.
Afortunadamente, la estrecha colaboración que tiene Adif con Puertos del Estado y las diferentes Autoridades Portuarias está permitiendo desarrollar proyectos vinculados con el fomento del transporte ferroviario de manera que se consigan sinergias en los grandes nodos logísticos. Para ello, hay que destacar que el Fondo Financiero de Accesibilidad Terrestre Portuaria se está consolidando como un referente eficaz y necesario y un claro ejemplo de cooperación interadministrativa.
Revista Mafex: El actual material rodante ferroviario ha evolucionado mucho a lo largo de los años. Sin embargo, la forma en la que ADIF calcula las cargas máximas sigue haciéndose como hace décadas, lo que afecta a la competitividad de los trenes de mercancías impidiendo que asuman más carga de la que podrían. ¿Están previstas revisiones y/o actualizaciones de estos requisitos de explotación para posibilitar la operación de trenes más largos y pesados sin necesidad de grandes inversiones en la infraestructura?
María Luisa Domínguez: Es cierto que la técnica ha evolucionado mucho. Parámetros como el aumento de la potencia, el control de la tracción o el desarrollo de ganchos de alta resistencia mejoran la adherencia en el arranque, pudiendo mejorar la carga arrastrada.
Si bien las fórmulas de cálculo cuentan con varias décadas de uso, lo cierto es que la experiencia en la red gestionada por Adif demuestra que su aplicación se ajusta mucho a la realidad. También la experiencia ha demostrado que cualquier cambio en el cálculo de las cargas máximas puede afectar a la explotación si no se analiza en profundidad. Aspectos como la adherencia no sólo dependen de las características del material rodante, sino de la ubicación de la línea, la época del año o el momento del día. La humedad, acumulación de materia orgánica en el otoño, entre otros, originan situaciones que no permiten generalizar los valores máximos de la tracción, ya que pueden poner en peligro el desarrollo normal de los tráficos.
Dicho esto, y teniendo en cuenta el interés de Adif en fomentar el tráfico de mercancías en nuestra red, como parte de los ODS y de la estrategia europea y del Gobierno de España para la adaptación a un desarrollo sostenible enmarcado en el Green Deal, estudiamos todas las posibles mejoras que pueden favorecer dichos tráficos. Adif se rige por procesos que persiguen la mejora continua, por lo que la revisión de la normativa puede acometerse, para lo que se valora como muy positiva la participación del sector industrial, pero también de especialistas en material rodante asociados a las operadoras o de la propia Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria.
Revista Mafex: La I+D y la sostenibilidad tiene también mucho peso en Adif, que ya se ha convertido en un referente internacional en este campo. Ejemplo de ello es la plataforma tecnológica pionera Simple, las ferrolineras, etc. ¿Qué planes existen para dar continuidad a esta exitosa estrategia de innovación y defensa del medio ambiente?
María Luisa Domínguez: Efectivamente, tanto la innovación como la sostenibilidad son esenciales en la estrategia de Adif desde su nacimiento. Contamos desde nuestros inicios con un departamento especializado en innovación, orientado a la consecución de resultados. La innovación se configura como un elemento clave en la estrategia corporativa, que constituye una palanca de transformación para la propia entidad y para el sector. En el período 2005-2020 hemos finalizado más de 100 proyectos de I+D+i, en los que se ha invertido más de 265 millones de euros. Si bien la aportación de Adif ha sido importante, con más de 41 millones de euros, más relevante aun ha sido la movilización de fondos provenientes del sector, 224 millones de euros.
Esa es una de las claves del éxito de nuestra actividad de innovación, la colaboración con el sector. En Adif estamos convencidos de que nadie innova solo, y menos aun en el ferrocarril. Pero hemos ido un paso más allá de la colaboración. Buscando siempre nuevas formas de innovar más eficaces y eficientes, hemos pasado de la innovación colaborativa a la innovación abierta en busca de posibles soluciones a nuestras necesidades. La innovación abierta se basa en la detección de necesidades y el intraemprendimiento, la vigilancia tecnológica y la colaboración del ecosistema de innovación. Gracias a un enfoque estratégico, Adif impulsa la competitividad de las empresas ligadas al sector ferroviario, propicia un entorno donde conviven tecnologías diversas y pone a disposición del mercado los resultados de la innovación en forma de productos tecnológicos.
Muchos de los avances logrados gracias a la innovación contribuyen sin duda a la sostenibilidad de la actividad de Adif y, por ende, del sistema ferroviario. Y en esa línea vamos a seguir caminando, ahora en el marco de nuestro Plan Estratégico 2030. La sostenibilidad es uno de los cuatro pilares en los que se apoya el Plan, junto a la seguridad, el servicio y la orientación a resultados. En tanto que la innovación, junto a la comunicación y la transformación digital, se configuran como las palancas para conseguir los objetivos corporativos y afrontar los desafíos de un futuro en el que el ferrocarril tiene que ser protagonista. Todo ello, no lo olvidemos, con las personas como motor del cambio.
En este momento crucial, la innovación define retos y propone soluciones apoyadas en conceptos como movilidad como servicio, infraestructuras inteligentes, movilidad inteligente o digitalización, y su papel es esencial para reforzar todos los pilares. El pilar de seguridad agrupa soluciones avanzadas para elevar los estándares en toda la Red Ferroviaria de Interés General. El pilar de servicio es un foco de atracción para las tecnologías ligadas al desarrollo de la estación del futuro y al incremento del transporte de mercancías por ferrocarril, con soluciones tan innovadoras y versátiles como el Eje de Ancho Variable para Mercancías.
La sostenibilidad es el eje alrededor del cual se desarrollan proyectos ligados a la eficiencia energética y las energías alternativas aplicadas al ferrocarril, con proyectos en las áreas de electromovilidad, las subestaciones reversibles y el empleo del hidrógeno como energía de tracción.
En una situación en la que todos, administraciones, empresas, sociedad civil, debemos remar juntos para enfrentarnos a la emergencia climática, el ferrocarril está llamado a ser uno de los grandes protagonistas en esta lucha en la que nos jugamos tanto. El tren ya es per se el medio de transporte más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, pero debemos incidir en esta cualidad para aumentar su contribución en la descarbonización de la economía y al ahorro energético y, al mismo tiempo, fomentar el trasvase modal para aumentar su cuota. La innovación puede y debe ser el instrumento que facilite los cambios necesarios para alcanzar esos objetivos.
Revista Mafex: Otra área de gran interés es la proyección exterior. Hace un año Adif y Mafex firmaron un acuerdo para fortalecer su cooperación, impulsar a la industria ferroviaria española y fortalecer la confianza en este transporte. ¿Cómo valora el resultado de este trabajo conjunto? ¿Son importantes este tipo de alianzas para reforzar la actual posición de liderazgo en el mundo?
María Luisa Domínguez: La colaboración de Adif en actividades que fomenten y catalicen la internacionalización de la industria y la experiencia ferroviaria española es uno de los objetivos de nuestra estrategia en el exterior. Adif apoya desde hace años la internacionalización del sector ferroviario español y su know how mediante iniciativas como la colaboración y aportación de su experiencia a terceros países, muchos de los cuales envían delegaciones a España para conocer de primera mano el sector, sus empresas y el desarrollo de la red ferroviaria.
A todos ellos, Adif les ofrece la experiencia de sus profesionales que, junto a las empresas españolas del sector, son responsables del proceso de modernización de la red ferroviaria española en los últimos treinta años. Respondemos a las necesidades de gestores de infraestructuras, instituciones y empresas de otros países interesados en desarrollar o modernizar su red nacional o aspectos concretos de ella.
En este sentido, la colaboración público-privada, esto es, aunar fuerzas entre los diferentes actores del sector, siempre se ha demostrado como una clave de éxito seguro, sobre todo cuando se trata de poner en valor en el exterior el trabajo que, conjuntamente, administración y empresas públicas y privadas llevan realizando en España muchos años.
En el caso de la colaboración entre Adif y Mafex, ambas entidades han trabajado de manera habitual en la búsqueda y desarrollo de nuevas oportunidades de negocio para las empresas, y la firma del acuerdo el pasado año no ha hecho sino fortalecer las bases de una cooperación aún más estrecha. Todo ello con el objetivo común de promover la mejora competitiva del sector ferroviario empresarial español y su proyección en el exterior.
“Adif y Mafex han trabajado de manera habitual en la búsqueda y desarrollo de nuevas oportunidades de negocio para las empresas”.
Revista Mafex: En esta etapa de grandes cambios donde el foco está en la lucha contra la emergencia climática ¿Cómo ve el futuro del ferrocarril? ¿Es optimista en cuanto al incremento de su cuota y su protagonismo frente ante otros modos de transporte a medio plazo? ¿Qué papel están llamados a desempeñar actores tan relevantes como es Adif en este desarrollo?
María Luisa Domínguez: El ferrocarril se perfila como el modo del transporte del futuro en el marco de la nueva movilidad segura, sostenible y conectada. Y lo es, precisamente, gracias a que es el modo de transporte más sostenible medioambientalmente y a que su modernización mediante nuevas infraestructuras y tecnologías lo hacen competitivo en tiempos de viaje y confort.
A ello se suma el proceso de liberalización del transporte ferroviario de viajeros, esto es, la entrada en la red de nuevos operadores, que se está traduciendo ya en un aumento de la oferta de servicios y frecuencias en condiciones más competitivas para los viajeros.
Los buenos resultados que están derivando de este proceso de apertura, como es la recuperación del volumen de viajeros prepandemia de la relación entre Madrid y Barcelona, nos llevan a seguir avanzando en dicho proceso de liberalización y a extenderlo a otros corredores y relaciones de la red. De esta forma, el ferrocarril está claramente llamado a captar viajeros de otros modos de transporte, como el vehículo privado y el avión, en este caso en las rutas nacionales, ante las que la alta velocidad se posiciona como una clara alternativa tanto en sostenibilidad como en tiempos de viaje.
Además, consideramos que la contribución del ferrocarril a la sociedad se extiende más allá de cubrir una necesidad de movilidad o transporte. Por ejemplo, contribuye a fomentar otros modos de transporte sostenible, como es el vehículo eléctrico, además de a la recuperación económica y del empleo, gracias a las inversiones que anualmente se realizan en construcción y mejora de la infraestructura.
En todo este contexto, Adif tiene un doble papel que la entidad encara con optimismo y con el convencimiento de que está preparada para afrontarlo.
Por un lado, está el papel de Adif en la construcción y mantenimiento de las infraestructuras, en el que actualmente se encuentra ante el hito de aprovechar los fondos provenientes del Plan de Recuperación, para concluir los grandes corredores en marcha, modernizar infraestructuras y adaptar y ampliar las estaciones para responder a las necesidades de los viajeros y convertir el ferrocarril en el modo más competitivo.
Por otra parte, tenemos el cada vez más importante papel de Adif como administrador y gestor de toda esa red e infraestructura ferroviaria, donde el reto no es menor. Se trata de poner en valor todos esos activos y potenciar y maximizar su uso con el fin dar un mayor y mejor servicio a la sociedad, rentabilizar la inversión realizada en su construcción, y garantizar la sostenibilidad del sistema ferroviario.
En este sentido, el proceso de liberalización al que ya me he referido supone un desafío y una oportunidad apasionantes. Me atrevo a decir que todos los que integramos Adif no solo estamos preparados, sino también ilusionados.