LAS INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS AVANZAN EN EL CONTINENTE. EN ESTOS PLANES PARA CONSEGUIR UNA RED DE TRANSPORTE MODERNA Y SOSTENIBLE SE CUENTA CON EL RESPALDO DE INSTITUCIONES FINANCIERAS COMO EL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES (BEI) Y EL DE RECONSTRUCCIÓN Y DESARROLLO (BERD).
Uno de los continentes donde el ferrocarril cobra más peso es Europa. Por una parte, se trabaja en la implementación de redes transeuropeas (RTE), cofinanciadas por la Unión Europea y por los Estados miembros, para favorecer la circulación de personas y mercancías.
Por otra, se busca conseguir una movilidad más sostenible, en sintonía con los objetivos del Pacto Verde Europeo. En este sentido, se incrementan las actuaciones en la modernización y ampliación del transporte urbano con metros, cercanías, tranvías o tren-tram; además de apostar por una cadena de suministro de mercancías también más eficiente y por la implementación de tecnologías y equipamientos innovadores.
En ambos casos, para la consecución de proyectos con la optimización de los fondos necesarios, se cuenta con la colaboración de instituciones financieras como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
BANCO EUROPEO DE RECONSTRUCCIÓN Y DESARROLLO (BERD)
Creado en 1991, tiene 67 miembros entre los que figuran también China y dos instituciones multilaterales (Unión Europea y Banco Europeo de Inversiones). Su principal cometido es apoyar la transición hacia la economía de mercado en Europa Central y del Este, Asia Central, Mongolia y en la región del Mediterráneo sur y oriental (Egipto, Marruecos, Jordania y Túnez) a través de la financiación de proyectos en el sector privado (96%) y, en menor medida, en el público. En total, opera en 38 economías de tres continentes.
En materia de transporte, actúa para conseguir sistemas eficientes, seguros y fiables. El BERD participa en la modernización de los ferrocarriles de Ucrania, la reconstrucción de la red de Kosovo (2015), la adquisición de locomotoras eléctricas en Moldavia (2020) y el material rodante para el metro de Tbilisi (Georgia), entre otros numerosos proyectos.
“Los planes de movilidad sostenible cuentan con el apoyo de actores como las IFIs”.
BANCO EUROPEO DE INVERSIONES (BEI)
El Banco Europeo de Inversiones (BEI), con sede en Luxemburgo y de titularidad conjunta de los países miembros de la Unión, trabaja para fortalecer la cohesión económica y social de la UE.
El BEI consigue su financiación en los mercados internacionales de capitales mediante la emisión de obligaciones. Se trata deL mayor prestamistas supranacional a escala mundial y cuenta con la mejor puntuación de las agencias de calificación. Además, presta asistencia para atraer a otros inversores, ya sean instituciones financieras internacionales, bancos públicos o privados.
Otra de sus funciones son las operaciones de cuasi-participación, participaciones e inversiones en fondos de capital riesgo. El BEI tiene la posibilidad de combinar diferentes instrumentos financieros para un mismo proyecto así como prestar asistencia técnica.
Los proyectos que financia el BEI deben contribuir a alcanzar los objetivos de la UE y tienen que ser viables desde el punto de vista económico, financiero, técnico y ambiental.
El «banco del clima» de la Unión
Desde su fundación en 1958, el BEI ha respaldado la puesta en marcha de numerosas redes de transporte y, en la actualidad, desempeña un papel importante en la transformación de la movilidad con bajas emisiones de carbono.
Para tal fin, se ha comprometido a aumentar el porcentaje de inversiones en el marco de su prioridad «acción por el clima y sostenibilidad medioambiental» hasta alcanzar el 50 % en 2025. Por este motivo, en su política de préstamos se dará prioridad a la eficiencia energética para la descarbonización y la electromovilidad con el objetivo de lograr una cuota de energías renovables del 32 % en toda la Unión para 2030.
El respaldo a los modos de transporte sostenibles, como el ferrocarril, está muy vinculado a estos objetivos, ya que es el más respetuoso con el medio ambiente. De ahí que sea una de las piezas clave de su actuación.
La proporción de proyectos de transporte sostenible ha aumentado constantemente en los últimos años y ahora representa, con más de 5.500 millones de euros en la UE en 2019, más de la mitad de los préstamos en este sector.
En 2019, el BEI firmó acuerdos por un total de 10.500 millones de euros para 81 nuevos proyectos de transporte dentro de la Unión Europea. Junto con inversiones en infraestructura de transporte, como ferrocarriles, carreteras, aeropuertos y puertos, para desarrollar la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) y las líneas de metro y tranvía, así como flotas de autobuses que utilizan combustibles eléctricos y alternativos.
Además de su labor en Europa, también financia proyectos en otros países. Por ejemplo, este año invertirá 650 millones de euros en la construcción de un servicio ferroviario para la ciudad de Kanpur en India. Entre las actuaciones más recientes, en 2020 ha suscrito un bono corporativo con Trenitalia para adquirir los primeros 43 trenes de un total de 135 unidades, también ha colaborado con la renovación de locomotoras en Moldavia.
Asimismo, ha designado fondos para la construcción del Corredor Mediterráneo, a comprar trenes para realizar labores de mantenimiento en la red de Alta Velocidad española o a la compra de trenes de Cercanías por parte de Renfe Operadora. En materia de I+D, financia las actividades para el desarrollo de nuevas soluciones tecnológicas para aerolíneas, aeropuertos, agencias de viajes y ferrocarriles.
A lo largo de estos años ha concedido ayudas a otras numerosas iniciativas como la Y Vasca, Metro de Barcelona y Metro Madrid, a la modernización de redes en Ucrania, Eslovaquia, etc.