Indra ha convertido a Lisboa en una de las primeras ciudades de Europa en la que el viajero puede acceder al metro con su propio móvil, tarjeta bancaria o smartwatch, sin necesidad de tener que adquirir previamente un título de transporte o abono, aplicando la tecnología de pago universal EMV (Europay-Mastercard-Visa), al mismo tiempo que mantiene el resto de modalidades de viaje que existían anteriormente.
Se trata de un sistema de pago de última generación mucho más inteligente, ágil y cómodo. No solo mejora la experiencia del viajero y facilita a todo aquel que visite la ciudad un acceso rápido y sencillo, sino que además reduce al mínimo el consumo de plásticos y papel y aligera el trabajo que supone suministrar e imprimir miles de títulos de acceso cada día.