La línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, que con sus 470,5 kilómetros de vía la convirtieron en la línea de alta velocidad más larga de Europa en ese momento, fue la mayor obra de ingeniería ferroviaria llevada a cabo en nuestro país hasta entonces. Fue puesta en servicio el 21 de abril de 1992, el mismo día que la Expo’92 abría sus puertas al público. Además de la llegada de la alta velocidad a nuestro país, la línea Madrid – Sevilla supuso el estreno de un sistema de transporte que ha transformado la movilidad. Sin duda, ha supuesto la transformación total en la forma de viajar de los usuarios.
Para su construcción tal como reconoce Adif, muchos fueron los desafíos a los que hubo que hacer frente:
• La decisión de implantar el ancho de vía europeo, lo que obligó a modificar y completar el proyecto original para sortear el paso de Despeñaperros.
• Las instalaciones supusieron otro salto de gigante debido al enfoque innovador con el que fueron diseñadas:
· Electrificación. El desafío venía marcado por el aumento de velocidad, lo que marcaba la necesidad de optimizar la captación de energía, por lo que se requerían catenarias ligeras. Por primera vez en España se instaló una tensión de 25 kV en corriente alterna, frente a la de 3.000 V en corriente continua del ferrocarril español. Finalmente fue utilizada la catenaria Re-200, la empleada en Alemania para alta velocidad.
· Señalización. Por primera vez se prescindió de señales laterales en la vía y el control y gestión de toda la línea pasó a realizarse de forma automatizada y centralizada desde el Puesto de Control de Atocha, en Madrid. Se importó el sistema LZB también desde Alemania.
· Sistema de gestión automatizada y centralizada de circulación. A través de él, el Puesto de Control tiene memorizado el trayecto y las características de la línea y, tal y como cuenta Adif, “a través de un cable tendido en el trazado y los enclavamientos electrónicos (un total de ocho a lo largo de la línea), recibe información sobre la circulación, la procesa y envía a la cabina de conducción del tren las indicaciones necesarias para su circulación, entre otras, la velocidad”.
· Sistema de comunicaciones. La línea fue dotada con un avanzado sistema de comunicaciones, cuyo eje central es el cable de fibra óptica tendido a lo largo de las vías, integrado por un sistema de telefonía tren-tierra. La línea de alta velocidad Madrid-Sevilla fue el origen del actual sistema.
“La línea Madrid-Sevilla fue la mayor obra de ingeniería ferroviaria llevada a cabo en España hasta entonces”
Esta línea de alta velocidad trajo consigo el desarrollo de otras tecnologías propias. Entre ellas, Da Vinci, un avanzado sistema de gestión integrada del tráfico ferroviario. Desarrollada por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, permite controlar y gestionar a distancia y de forma centralizada todos los sistemas e instalaciones de las líneas ferroviarias. Esta tecnología ha sido importada después a muchos otros mercados, como la red de metro de Londres, la de Medellín y en las redes ferroviarias de Marruecos y Lituania.
En 1992, y según los datos de Renfe, más de 1,17 millones de viajeros utilizaron los servicios de alta velocidad desde el día del estreno de la línea hasta el 31 de diciembre, con una media mensual de 164.000 viajeros.
Remodelación de la línea
30 años después, la línea Madrid-Sevilla sigue prestando servicio y ha sido sometida a un riguroso plan de mantenimiento durante todos estos años. De hecho, actualmente, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, trabaja en actuaciones que garanticen los altos estándares de seguridad que la línea ha ofrecido desde su puesta en servicio. Unas actuaciones que están dotadas con 650 millones de euros, financiadas en un 55% por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) de la UE.
Más concretamente, las obras de mejora que se están llevando a cabo son:
• Implementación del ERTMS (European Railway Traffic Management System), el sistema de mando y control de trenes más avanzado del mundo que, aunque está instalado en el resto de la red de alta velocidad administrada por Adif AV, la línea Madrid-Sevilla no contaba con él ya que no existía cuando fue construida. Este sistema, que garantiza la interoperabilidad europea, fue una iniciativa de la UE para la señalización y las comunicaciones ferroviarias fueran compatibles en todos los países miembro.
• Renovación de las instalaciones de señalización y telecomunicaciones. Además de la mencionada implantación del ERTMS, también se instalará el sistema ASFA digital y la renovación de otras instalaciones como enclavamientos, sistemas de protección de tren, detectores de caída de objetos o telecomunicaciones fijas.
• Renovación de elementos de superestructura como traviesas, balasto o desvíos.
• Mejora integral de la infraestructura para acondicionar sus estructuras, túneles y explanaciones y los sistemas de drenaje.
• Sustitución de elementos de la línea aérea de contacto (catenaria) y las instalaciones de videovigilancia y seguridad.
“A lo largo de estos 30 años, la línea ha sido sometida a un riguroso plan de mantenimiento para garantizar los altos estándares de seguridad”