La transformación de los sistemas urbanos de transporte público debido al emergente proceso de digitalización, trae consigo la constante incorporación de avances tecnológicos. Una época de cambios donde la I+D cobra especial relevancia para dar solución a retos como la integración de los distintos sistemas.
La población mundial sigue en aumento a un ritmo de 74 millones de personas por año, según indica la Organización de las Naciones Unidas. En 2050 se alcanzarán los 9.000 millones de habitantes. Si bien, este crecimiento no es homogéneo, la concentración se presenta, en más de dos tercios del total, en grandes y medianas ciudades y en sus áreas periféricas.
Esta característica hace más necesario que nunca, contar con unos sistemas de transporte público rápidos, accesibles, seguros y cómodos frente al coche privado. El objetivo, atenuar la congestión del tráfico y la contaminación, además de contribuir a la sostenibilidad del planeta.
Las cifras indican cómo aumenta el empleo de diferentes modos de transporte. En metro, por ejemplo, 168 millones de pasajeros usan el metro al día en 182 ciudades de 56 países en el mundo, según datos de UITP. Además, existen en el mundo más de 10.000 estaciones ferroviarias y la tendencia es a integrar en espacios públicos, distintos modos de transporte en el centro neurálgico de las ciudades. Por tanto, la movilidad