
LA LLEGADA DE LA ALTA VELOCIDAD A ESPAÑA, ADEMÁS DEL CAMBIO DE PARADIGMA EN LO QUE A MOVILIDAD NACIOANL SE REFIERE, TRAJO OTRO HITO CONSIGO: LA INTERNACIONALIZACIÓN DE NUESTRA INDUSTRIA, QUE PASÓ A SER TODO UN REFERENTE PARA EL RESTO DE PAÍSES.
La alta velocidad de España, con sus 3.728 kilómetros de longitud, es la mayor red de Europa y la segunda del mundo, solo por detrás de China. Una de las claves del éxito ha sido la sinergia y el trabajo conjunto de multinacionales, fabricantes españoles y pymes, para poner en marcha las soluciones más pioneras y convertirse en un referente a nivel mundial. Y el reto no era pequeño, sobre todo a nivel de infraestructura, ya que las particularidades de la orografía han hecho que se construyan túneles de grandes dimensiones en largos tramos para superar las dificultades técnicas del terreno. Unos retos que, sin embargo, la industria supo afrontar con éxito.
La consecución exitosa de los retos a los que la industria española se ha enfrentado para la construcción de la alta velocidad nacional se ve traducida ahora en un liderazgo mundial, cuyo expertise es demandado para la planificación y construcción de los proyectos más grandes de alta velocidad del mundo. No en vano, las empresas españolas son referentes internacionales en la construcción y gestión de infraestructuras ferroviarias de Alta Velocidad.
Además, las empresas españolas participan también en los estudios previos a la construcción de las líneas de alta velocidad, como es el caso de países como Egipto o India. En el caso indio, sus administraciones de transporte confiaron en la asesoría española para analizar la viabilidad de una línea de alta velocidad entre Nueva Delhi y Calcuta.
«La experiencia de las empresas españolas es demandada para la planificación y construcción de los proyectos más importantes de alta velocidad del mundo».