LA INDUSTRIA FERROVIARIA ESPAÑOLA CUENTA CON UN GRAN PRESTIGIO NO SOLO DENTRO DE ESPAÑA, SINO TAMBIÉN A NIVEL INTERNACIONAL. UN RECONOCIMIENTO QUE LAS EMPRESAS SE HAN GANADO A PULSO GRACIAS AL TRABAJO Y ESFUERZO REALIZADO EN CADA UNO DE LOS ASPECTOS QUE CONFORMAN LA CADENA DE VALOR. ¿SU MEJOR CARTA DE PRESENTACIÓN? LA RED FERROVIARIA ESPAÑOLA, DOTADA DE TECNOLOGÍA DE VANGUARDIA QUE LA SITÚA ENTRE LAS MEJORES DEL MUNDO.
La industria ferroviaria española experimentó un antes y un después hace 30 años, con la llegada de la alta velocidad a nuestro país. Desde entonces, las empresas españolas se han colocado en el top of mind del sector y a día de hoy son un referente internacional que exporta su know-how a los cinco continentes. Un conocimiento y especialización que abarca toda la cadena de valor o ciclo de vida de la infraestructura ferroviaria y que está presente actualmente en más de 90 países, destacando, entre otros, Australia, Colombia, Turquía o Nueva Zelanda.
Entre los numerosos hitos internacionales más relevantes destacan el proyecto Marmaray, en Turquía; CrossRail, en Reino Unido; o el túnel de San Gotardo, que han sido tres de los trabajos subterráneos de mayor dificultad técnica de Europa.
La industria española es capaz de ofrecer un servicio “llave en mano” que abarca desde los primeros pasos de planificación y financiación hasta la puesta en servicio final. Y aquí es precisamente donde reside el valor de las empresas españolas, que son capaces de diseñar, construir y mantener líneas de metro, tranvía, ferrocarril tradicional o alta velocidad en cualquier parte del mundo, con tecnología nacional, pero adaptándose a las necesidades y particularidades de cada país.
Con todo, la industria ferroviaria española se ha consolidado como uno de los principales proveedores de soluciones de vanguardia para el transporte del siglo XXI. Su portfolio de servicios de última generación tiene como referencia la experiencia adquirida en la construcción de la red ferroviaria española, una de las más extensas y avanzadas del mundo. La contribución a la puesta en marcha de un moderno sistema de alta velocidad, el segundo más importante del mundo con más de 3.200 kilómetros, así como el mayor despliegue de ERTMS de Europa o los numerosos sistemas de metro y tranvía del país les han valido el reconocimiento internacional.
Su principal carta de presentación es la propia red ferroviaria española, una de las más extensas y modernas del mundo. En ella conviven la alta velocidad, media distancia, cercanías y líneas de metro en las principales ciudades, así como innovadores sistemas de metro ligero y tranvía.
Este know how propio hace que se conviertan en un socio de primer orden para dar apoyo a las administraciones de transporte de todo el mundo en el desarrollo de nuevas infraestructuras, planes de transporte público, modernización de redes e implantación de los adelantos tecnológicos más vanguardistas. Una experiencia que, además, queda reflejada por las cifras del sector: durante el último año, la facturación total alcanzó los 17.000 millones de euros y crearon más de 30.000 puestos de trabajo.
Mafex, una industria con músculo
Los más de 100 socios de Mafex forman una cadena de valor completa, representativa y están altamente capacitados para responder a los retos que supone la implantación del ferrocarril del futuro: digital, conectado y respetuoso con el medio ambiente.
En esta cadena se integran todos los subsectores de la industria, desde ingeniería, consultoría, certificación e infraestructuras, hasta constructores de material rodante que encabezan en estos momentos proyectos pioneros. En ella también hay un gran número de empresas especializadas en señalización, telecomunicaciones, control de tráfico, además de una robusta industria auxiliar en equipamientos y componentes. Se trata de un modelo integral en el que se combina la alta cualificación de cada una de ellas y que les permite proporcionar soluciones a medida con proyectos llave en mano, con el aval de haber puesto en marcha los proyectos de transporte más relevantes de todo el mundo, tanto en alta velocidad como en movilidad urbana y mercancías.
Una cadena de valor única y muy competitiva
Uno de los puntos fuertes de la industria ferroviaria española, y la clave de su fortaleza a nivel internacional, es su cadena de valor. La oferta de las empresas españolas, conseguida muchas veces por la creación de sinergias, abarca todos los ciclos del proyecto, desde la ideación hasta la puesta en marcha, lo que permite adaptarse a las necesidades de cada proyecto y cada cliente.
El servicio abarca también la fabricación de material rodante y todos los equipos y componentes asociados. Esto incluye desde las fases más iniciales del proyecto (estudio de prefectabilidad, asistencia técnica, diseño…) hasta la construcción de la infraestructura, electrificación, señalización, material rodante, sistema de ticketing y comunicación hasta el mantenimiento.
Apuesta por la investigación y la innovación
Otro de los puntos característicos de la industria ferroviaria española es su clara apuesta por la investigación y la innovación (se invierte de media un 4% de su facturación) y el desarrollo tecnológico, con la creación de tecnología propia en el marco de la digitalización, la movilidad sostenible y la eficiencia energética. Esta aportación ha repercutido de forma muy positiva en el impulso a unas redes de transporte vanguardistas, eficientes y sostenibles. Un desarrollo tecnológico que, además, es aplicado en todos los segmentos de cada proyecto, desde la fase de diseño hasta la puesta en marcha, pasando, por supuesto, por el material rodante y el mantenimiento.
En definitiva, una tecnología de vanguardia que ofrece unos avances significativos y constantes en materia de gestión medioambiental, interoperabilidad, automatización de sistemas, accesibilidad, confort del usuario y seguridad.
Digitalización
La transformación digital ha llegado a todos los sectores. La industria ferroviaria española, consciente de esta situación y de las numerosas ventajas de implantar las nuevas tecnologías en el transporte ferroviario, trabaja para introducir los adelantos más vanguardistas. Uno de los logros más destacados a este respecto es el uso de la tecnología que permite el funcionamiento de trenes sin conductor, que hace que el país cuente con la línea automatizada más larga de Europa.
Otro de los grandes desafíos donde la experiencia española está siendo clave es en la implantación y desarrollo del CBTC en líneas de metro, compatible con el estándar europeo de señalización ERTMS (European Rail Traffic Management System).
Cabe destacar igualmente el uso del Big Data y la Inteligencia Artificial para poder analizar multitud de datos para conocer en tiempo real el correcto funcionamiento de la flota de trenes y las infraestructuras de transporte y realizar así un mantenimiento predictivo de alta fiabilidad.
Presencia española en proyectos de innovación a nivel europeo
Un claro ejemplo de su conocimiento y experiencia en esta materia es su presencia en programas tecnológicos de gran calado como el instrumento de I+D europeo Shift2Rail y su sucesor, el Europe’s Rail. Ambas iniciativas cuentan con una amplia representación de compañías españolas, bien como miembros fundadores, bien como colaboradores o subcontratadas que trabajan en el ferrocarril del futuro y la mejora de la calidad de las infraestructuras y servicios.
Las soluciones tecnológicas que la industria aporta están presentes desde los sistemas de control y señalización, hasta comunicaciones o información al pasajero. Una tecnología de vanguardia con la que la industria ferroviaria española hace frente a la digitalización del sector y a la necesidad de insertar al ferrocarril dentro de una movilidad sostenible. En definitiva, tecnologías propias que tienen como objetivo impulsar la eficiencia energética y el transporte respetuoso con el medio ambiente que ayudarán a conseguir las metas a las que aspira el Pacto Verde Europeo y los ODS de la ONU.
Las empresas españolas se encuentran en constante evolución para construir los más avanzados trenes para todo tipo de redes, un producto de gran calidad y con una clara apuesta por la innovación. Algunas de las últimas aportaciones son el tren-tram, que combina eficientemente ferrocarril con tranvía y se convierte en el medio idóneo para conectar diferentes municipios; las nuevas plataformas de alta velocidad; o los sistemas para la circulación de tranvías sin catenaria.
La industria española, un reclamo fuera de nuestras fronteras
La huella española está presente en las infraestructuras ferroviarias de todo el mundo, donde han depositado su experiencia y conocimiento para desarrollar las redes más eficientes, seguras y sostenibles.
La amplia experiencia de los profesionales españoles ha sido reclamada para proyectos de metro, tranvías, líneas ferroviarias convencionales y alta velocidad en países como India, Canadá, Estados Unidos, Australia, Polonia o países de Oriente Medio y Latinoamérica, donde han ayudado a planificar los programas de transporte de las principales ciudades y de numerosas redes de metro.
