Las empresas españolas se han convertido en un socio ferroviario preferente por sus múltiples cualidades. Su amplio conocimiento técnico, la alta preparación de sus expertos, así como la sinergia de trabajo de los equipos multidisciplinares, están presentes en la planificación, diseño y puesta en funcionamiento de numerosos sistemas de transporte. Estos logros han sido posibles gracias a las importantes inversiones en I+D. Una tecnología de vanguardia da como resultado avances significativos y constantes en materia de gestión medioambiental, interoperabilidad, automatización de sistemas, accesibilidad, confort del usuario y seguridad. Los numerosos desarrollos que esta industria ha incorporado a los proyectos internacionales ha permitido a muchos países contar con un ferrocarril de vanguardia.