
ISABEL PARDO DE VERA
PRESIDENTA
ADIF
«Es preciso actuar con decisión para defender un sector que representa miles de empleos».
La enfermedad del COVID 19 ha provocado una situación dolorosa y complicada, que sin embargo también ha mostrado la resiliencia de nuestro país, porque hemos sabido resolver muchas necesidades de la población de una manera eficaz. El ferrocarril ha sido un factor clave en la movilidad de personas y mercancías, permitiendo el abastecimiento de nuestros mercados y de nuestra industria y asegurando el transporte de personal esencial de manera fiable y segura. Quiero aprovechar esta ocasión, una vez más, para agradecer a los trabajadores de Adif y Adif AV la enorme profesionalidad que han demostrado durante estos meses.
En el entorno europeo, se ha producido una colaboración que nos ha permitido adoptar las mejores prácticas y coordinar nuestras respuestas. En nuestro país, la colaboración público-privada no ha cesado y, mirando al futuro, se ha firmado un importante acuerdo entre Adif y Mafex. Gracias a este acuerdo, las empresas españolas tendrán acceso, con el apoyo de Adif, a nuevos mercados en los que la apuesta por el ferrocarril, en el entorno post-COVID, puede ser más decidida.
Las consecuencias de la pandemia han sido severas para el sector ferroviario, por el desplome de la movilidad y la ralentización de proyectos. Es preciso actuar con decisión para defender un sector que representa miles de empleos. Debemos aprovechar esta oportunidad para que el ferrocarril ocupe el lugar que le corresponde en la cadena logística y como modo de transporte sostenible y limpio. Nuestros esfuerzos, tanto del sector público como del privado, deben encaminarse a lograr que el Green Deal, anunciado por la UE, se plasme en una financiación ambiciosa y realista.
Esta circunstancia se suma además al proceso de liberalización en el que estamos inmersos, que supondrá la entrada de nuevos operadores y permitirá el incremento de tráficos y con ello la mejora de la sostenibilidad de la entidad.
En definitiva, Adif y el resto del sector ferroviario tienen ante sí un cúmulo de retos por abordar, que superaremos trabajando juntos.
ISAÍAS TÁBOAS
PRESIDENTE
RENFE
«El ferrocarril está haciendo lo que mejor sabe hacer: facilitar la movilidad de viajeros y mercancías de forma rápida, sostenible y comprometida».
La enfermedad del COVID 19 ha provocado una situación. El coronavirus sigue alterando la vida pública en todo el mundo. Sabemos que la pandemia afecta dramáticamente al sector del transporte por las restricciones a la movilidad. El escenario sigue condicionado por el grado de avance de la investigación y el nivel de eficacia que las estrategias de control ante el virus, y por la eficacia de las medidas políticas y de estímulo económico movilizadas. La situación irá mejorando de la mano de estos factores, y por el esfuerzo de las empresas a la hora de ofrecer espacios seguros y con nuevos protocolos higiénicos y sanitarios que han llegado para quedarse.
Esta situación implica que los operadores tienen que revisar sus estrategias a corto y medio plazo ante posibles cambios en las pautas de movilidad. En Renfe estamos volcados en ello, actualizando nuestro Plan Estratégico.
Nuestra apuesta es que el ferrocarril saldrá más fuerte de esta situación. Durante este periodo hemos logrado la certificación con AENOR de los protocolos de viaje, desde el check-in hasta el desembarque, incluidas todas las actividades de limpieza, desinfección e información a bordo de nuestros trenes Ave y Larga Distancia, que garantizan un espacio de viaje seguro desde el punto de vista sanitario, y estamos trabajando ya en una certificación para los trenes de Cercanías, verdadero motor de la movilidad urbana de muchas ciudades en España.
En el tránsito hacia el final en esta terrible pandemia, el ferrocarril está haciendo lo que mejor sabe hacer: facilitar la movilidad de viajeros y mercancías de forma rápida, sostenible y comprometida. Durante los peores días de la enfermedad en España, el mundo del ferrocarril ha mostrado su mejor cara, permitiendo, por ejemplo, que más de 25.000 profesionales sanitarios hayan viajado gratis a bordo de los trenes Ave y Larga Distancia. También hemos trabajando con distintas organizaciones públicas y privadas para transportar material sanitario esencial de forma urgente en alta velocidad, con el objetivo de salvar vidas.
Ahora, cuando hemos dejado atrás el peor escenario, vamos a seguir acompañando a nuestros clientes y usuarios para garantizar sus necesidades de movilidad, incrementando gradualmente las frecuencias en los distintos servicios en función de las necesidades de la demanda.
Los retos, como la liberalización del transporte de viajeros y la disrupción tecnológica, siguen ahí y es necesario continuar trabajando para lograr una plena adaptación. El tren ha sido, es y será una de las mejores formas de viajar rápida, segura y cómodamente. Y hacerlo con Renfe seguirá siendo señal de garantía.
LIBOR LOCHMAN
DIRECTOR EJECUTIVO
CER
«La sostenibilidad va a ser un requisito clave en cualquier plan de recuperación».
Hace algunas semanas, en plena crisis del COVID-19, los políticos comenzaron a preguntarse si seguirían teniendo sentido las ambiciones de sostenibilidad de la Unión Europea (UE), y si la hoja de ruta establecida gracias a décadas de debate público pro-clima era el camino correcto hacia una rápida recuperación de la economía.
Afortunadamente, la Comisión Europea dejó claro que la sostenibilidad va a ser un requisito clave en cualquier plan de recuperación de los Estados miembros que aspiren a beneficiarse de los recursos del “Next Generation EU” (el fondo extraordinario de la UE también conocido como «Fondo de Recuperación»).
En este contexto, las credenciales medioambientales y de eficiencia energética del ferrocarril, junto con la notable capacidad de recuperación mostrada durante los peores días de la pandemia, deberían convertirlo en el principal objeto de atención de cualquier gobierno nacional. Por supuesto, no será fácil: hoy en día, aunque el ferrocarril es reconocido como el modo de transporte más ecológico, queda mucho por hacer para conseguir que la oferta de servicios ferroviarios satisfaga la demanda ciudadana de una movilidad sostenible, eficiente y asequible.
En este sentido, el mensaje de CER es triple:
- Se debe dotar al ferrocarril de una financiación suficiente que asegure un nivel de calidad adecuado tanto de infraestructuras como de servicios de pasajeros y carga.
- La intermodalidad debe regirse por reglas más justas. La amplia aplicación de los principios de «quien contamina paga» y «el usuario paga» en todos los modos de transporte es clave para poder asumir las externalidades del sector.
- Por último, pero no menos importante, una mayor digitalización del ferrocarril contribuirá a hacer que el sistema sea más sostenible y más competitivo.
Si para 2050 queremos alcanzar una economía europea libre de emisiones, tanto los responsables políticos nacionales como los de las instituciones comunitarias deberán considerar estas tres sugerencias y tenerlas en cuenta al reflexionar sobre cualquier iniciativa futura.
EUROPEAN RAIL INFRASTRUCTURE MANAGERS (EIM)
GUUS DE BRUIJN
EXPERTO EN ASUNTOS JURÍDICOS Y DE POLÍTICA
JAVIER MORENO COLOMA
DIRECTOR TÉCNICO
«Los desafíos y oportunidades del COVID para los administradores de infraestructuras ferroviarias europeas».
MONIKA HEIMING
DIRECTORA EJECUTIVA
La actual presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, oficializó la necesidad de una Europa resistente, verde y digital.
Esta ambición ofrece numerosas oportunidades, pero también desafíos, para el sector ferroviario, incluidos los administradores de infraestructuras. Además, la COVID-19 ha creado nuevas oportunidades, como el reconocimiento del ferrocarril como un ecosistema esencial del mercado único europeo.
El desafío consiste en cumplir con las crecientes expectativas sobre el ferrocarril para hacer que Europa sea verde, digital y resiliente. En este contexto, las iniciativas de la UE, como la implementación de 5G, ERTMS, la finalización de los corredores TEN-T y la revisión de las Especificaciones Técnicas de Interoperabilidad (TSI) son clave para que el ferrocarril sea el modo de transporte del futuro. Un habilitador importante en este sentido es la digitalización, que representa más de la mitad de los cambios en las TSI.
Otro habilitador clave es el Cuarto Paquete Ferroviario y, en particular, su Pilar Técnico, del que se encarga la Agencia Ferroviaria Europea (ERA).
La COVID-19 también ha revelado la importancia de los flujos logísticos sin interrupciones, donde el ERTMS es fundamental para garantizar el despliegue de una tecnología armonizada.
Esta crisis también ha activado el apoyo político a una red europea de corredores ferroviarios de pasajeros que requerirá más conectividad entre el ferrocarril y otros modos de transporte.
Por lo tanto, es importante que el próximo presupuesto de la UE tome el ferrocarril como eje central.
El camino a seguir
Para concluir, las inversiones en ferrocarril son clave para hacer que Europa sea verde, digital y resiliente. La pandemia ha extrapolado las fortalezas y debilidades de Europa y sus modos de transporte. El ferrocarril ha demostrado que cumple y es importante convertir las amenazas de la COVID-19 en una oportunidad.
Fuente: EIM
PRESIDENTE DE LA UNIÓN INTERNACIONAL DE
TRANSPORTE PÚBLICO (UITP)
DIRECTOR GENERAL DE FERROCARRILES DE LA
GENERALITAT DE CATALUÑA
«Tenemos una gran oportunidad para recuperar la cuidad para las personas. El transporte público es fundamental para la recuperación económica, social y medioambiental.
#BetterMobility».
La crisis generada por el coronavirus ha tenido un gran impacto en los sistemas de transporte público en muchas regiones del mundo. Tanto el sector público como el privado han adoptado todas las medidas necesarias para asegurar la continuidad del servicio, garantizando la movilidad de los trabajadores esenciales.
Sin embargo, la situación sanitaria ha provocado una caída generalizada e insostenible del número de pasajeros en el transporte público, y de los ingresos tarifarios asociados, cercana al 90 %, y ahora el sector lucha literalmente por sobrevivir.
El clima, la calidad del aire y la salud, la inclusión social, la seguridad vial y la economía se ven amenazados. El transporte público, apoyado en el ferrocarril como modo de transporte de gran capacidad, es un elemento fundamental para la recuperación económica, social y medioambiental, tanto a corto como a largo plazo.
El ferrocarril seguirá siendo, sin duda, el elemento vertebrador de nuestras ciudades y países, facilitando la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin dejar a nadie ni a ningún lugar atrás. Pilares fundamentales como la orientación al cliente, seguridad y eficiencia, apoyados en palancas de mejora (innovación, transformación digital y alianzas estratégicas, MaaS) son nuestros activos clave para recuperar la ciudad para las personas.
En este contexto, desde la UITP hemos puesto en marcha la campaña mundial “Back to Better Mobility”, destacando las bondades de estrategias urbanas valientes, reclamando la apuesta inversora en un sector crítico para la sociedad y proyectando una imagen positiva del transporte público.
FRANÇOIS DAVENNE
DIRECTOR GENERAL
INTERNACIONAL DE FERROCARRILES (UIC)
«La sociedad debe comprender y apreciar el valor del ferrocarril en la vida urbana».
La estrecha colaboración entre la familia del transporte puede difundir las mejores prácticas y mantener abiertas las cadenas de movilidad.
UIC, como plataforma técnica para la cooperación ferroviaria a nivel mundial, es un foro de intercambio de mejores prácticas que agrupa muchas redes de expertos. El pasado 5 de marzo, UIC lanzó el Grupo de Trabajo Covid-19 y, desde entonces, se han publicado una serie de documentos de orientación disponibles en https://uic.org/covid-19/
Nuestro mundo está más interconectado que nunca, lo que también implica nuevos riesgos. El más evidente a día de hoy es el de futuras pandemias como la del Covid-19, que tanto ha afectado a nuestras vidas. Sin embargo, este desafío también ha sido en parte causado por las consecuencias cada vez más profundas del cambio climático. Para el sector del transporte, estos dos fenómenos están estrechamente vinculados.
Los servicios de movilidad proporcionan la conectividad que permite tanto un mayor comercio como incrementar la capacidad de las economías modernas de generar un mayor bienestar. Desafortunadamente, algunos modos de transporte generan emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) desproporcionadas que han contribuido a provocar ciertas alteraciones. A diferencia del ferrocarril, otros medios de transporte son responsables del 22% de las emisiones que ponen en peligro los ecosistemas naturales de los que dependemos, poniéndonos además en contacto con nuevos patógenos.
Sin embargo, el ferrocarril y el transporte público son parte de la solución. En Europa, el ferrocarril representa el 7,6% de los pasajeros y el 17,6% del transporte de mercancías, pero sólo genera el 0,5% de sus emisiones de GEI. Con respecto al consumo medio de energía, el ferrocarril urbano, con sus 0,12 kWh por pasajero/km, es 7 veces más eficiente en ciudad que el vehículo privado. Así, la huella de carbono del ferrocarril es significativamente menor que la de otros modos de transporte.
A medida que, como colectivo, repensamos la movilidad sostenible, es esencial que transporte no sea sinónimo de vehículos individuales. Para hacerlo, la sociedad debe comprender y apreciar el valor del ferrocarril en la vida urbana. Debido a su mayor capacidad, su utilización puede hacer que las ciudades estén menos congestionadas y menos contaminadas, al tiempo que mantiene un sistema multimodal que sirve de manera adecuada y equitativa a las metrópolis y sus regiones circundantes.
PHILIPPE CITROËN
DIRECTOR GENERAL
UNIFE
«La UE debe hacer que el ferrocarril sirva de columna vertebral para un sistema de movilidad descarbonizado».
Durante los últimos 3 meses de la crisis COVID-19, el mundo ha estado examinando a la sociedad para entender cómo se llegó a esta situación. Esta emergencia de salud pública ha sido causada y exacerbada en parte por un factor concurrente que puede contribuir a la proliferación de otras pandemias: el cambio climático.
Así como el ferrocarril ha demostrado ser indispensable en la respuesta a la crisis COVID-19 debido a su continuo transporte de personal esencial y bienes críticos, nuestro sector tiene el potencial de contribuir de manera crucial a las iniciativas mundiales de acción climática.
Como la solución de movilidad en masa más ecológica de Europa -y del mundo-, la UE debe hacer que el ferrocarril sirva de columna vertebral para un sistema de movilidad descarbonizado mientras persigue el Pacto Verde Europeo y la recuperación económica. Esto requerirá la movilización de considerables fondos de la UE, como el MFP 2021-2027, el Mecanismo «Conectar Europa» y el recientemente anunciado instrumento de recuperación «Next Generation EU», la aplicación de la legislación de armonización ferroviaria y la definición de las expectativas comerciales internacionales. Esperemos que España lo garantice mediante la rápida transposición del 4° Paquete Ferroviario antes del 31 de octubre de 2020. Europa necesita un espacio ferroviario europeo verdaderamente único que haga uso de equipos sostenibles e inteligentes, como los «agentes de cambio” que se están investigando y desarrollando a través de la Empresa Común Shift2Rail,y continuados bajo su sucesor.
Además, las empresas de la UE deben ser capaces de interactuar con competidores extranjeros a nivel internacional para evitar una fuerte contracción del mercado tras la COVID-19 y para estar en el buen camino para alcanzar los objetivos del Pacto Verde de la UE.
UNIFE elogia la decisión de la CE de priorizar la sostenibilidad y reconocerla como un principio indispensable para el crecimiento económico de una economía internacional en periodo de madurez. Instamos a todas las instituciones europeas a emular su enfoque holístico de estas crisis poniendo en valor el sector ferroviario y su industria para que actúen como la columna vertebral del paradigma de movilidad sostenible e interoperable del futuro.