El transporte ferroviario de mercancías es un aliado esencial para conseguir una cadena de suministro multimodal, integrada y eficiente. En los próximos años será clave apostar por UN cambio modal para conseguir una economía competitiva y preservar el planeta ante el constante incremento del intercambio comercial.
Las redes ferroviarias de mercancías son clave para conseguir una cadena de suministro eficiente y de bajas emisiones. En los próximos años el transporte de materias primas y productos se incrementará en un 30%, según apunta el Libro Blanco del Transporte en Europa, elaborado por la alianza Rail Freigh Foward.
Este aumento de las operaciones logísticas conllevará también una mayor contaminación medioambiental si se mantienen las elevadas cifras actuales de transporte por carretera. En términos de ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, los actores del sector y los operadores solicitan que los esfuerzos de las administraciones se enfoquen a aumentar la cuota ferroviaria para conseguir un modelo económico sostenible en el tiempo, acorde a los objetivos de Naciones Unidas.
En la actualidad, el porcentaje del ferrocarril para este tipo de tráficos en Europa se sitúa en el 18%, mientras que en España es de un poco más del 4%.
Aumentar estos ratios conllevaría múltiples beneficios. Las ventajas por la flexibilidad de sus combinaciones, capacidad, seguridad y eficiencia hacen que sea una opción muy indicada para conseguir un tráfico rápido, seguro y no contaminante.
El Tren de Noé como símbolo del cambio
Rail Freight Forward (RFF) una alianza integrada por 16 empresas europeas de transporte de mercancías, además de la Comunidad Europea de Compañías Ferroviarias (CER) y la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC) defiende la necesidad de aumentar en un 30% el transporte ferroviario de mercancías para el año 2030 con el fin de proteger el clima. Para ello ha culminado con éxito el viaje por toda Europa del “Tren de Noé”, bautizado así por su alusión al Arca de Noé, la embarcación salvadora de todas las especies animales durante el Diluvio Universal. Esta composición de vagones ha sido la primera campaña internacional para concienciar a toda la población de la necesidad de apostar por un transporte sostenible y la protección del planeta.
Un canal muy efectivo en la situación actual
El ferrocarril ha sido el gran soporte en Europa ante la situación de emergencia sanitaria. En una sola unidad con un promedio de 33 contenedores se han podido transportar unas 660 toneladas netas de alimentos y evitar de esta forma 30 camiones para hacer esos trayectos, según cálculos de compañías logísticas que operan en España y Europa.
También se han movilizado otros bienes de primera necesidad y equipos sanitarios diversos (camas, material de protección, etc.) eliminando de la carretera a un gran número de camiones.
Un empuje necesario en España
La rutas ferroviarias de cargas tienen una peso en el mercado nacional español cinco veces menor que la media europea. El tema de la conveniencia de aumentar su cuota ya está encima de la mesa y se han propuesto las líneas de trabajo necesarias para afrontar este reto en los próximos años.
Por una parte, los actores del sector (empresas de logística, operadores privados, etc.) consideran esencial recuperar los tráficos intermodales, contar con terminales fronterizas de gran capacidad, el aumento de las conexiones exclusivas en ancho UIC, así como mejoras operativas.
Proyectos como el Corredor Mediterráneo o el Atlántico, dentro de los nueve marcados como prioritarios por Europa, servirán también para ganar en peso y eficacia frente a otros modos.