GARAZI CARRANZA RUIZ DE LOIZAGA, RESPONSABLE DE INNOVACIÓN Y COMPETITIVIDAD DE MAFEX.
Workplace Innovation (WI) será el motor responsable de la mejora de los servicios innovadores y el desarrollo tecnológico de las empresas. Sus efectos están directamente relacionados con los niveles mejorados de compromiso de los empleados, innovación, mejora y atención al cliente que mejoran la competitividad a largo plazo. Estas estrategias tienen como objetivo promover comportamientos laborales innovadores para crear, introducir y aplicar nuevas ideas, procesos y productos. Este artículo analiza el WI en el sector ferroviario y cómo COVID-19 afecta a la industria.
El artículo se ha desarrollado en base a diferentes estudios empíricos empleando una perspectiva mixta que consiste en combinar componentes de investigación cualitativa y cuantitativa. Los datos utilizados se recopilaron a través de dos encuestas online. La primera encuesta tuvo como objetivos analizar los efectos de la COVID-19 en la industria y la segunda tuvo como objetivo medir la innovación en los lugares de trabajo, empleando para ello los indicadores europeos de WI.
Las nuevas tecnologías tienen la capacidad de cambiar de forma significativa el tipo de habilidades que requiere la industria ferroviaria. Es evidente que el paso de la COVID ha obligado a la industria a realizar ciertos ajustes para asegurar la viabilidad de sus negocios. Una de las principales consecuencias que nos ha dejado la actual pandemia en las cadenas de suministro ha sido la caída generalizada de la demanda, que poco a poco ha ido recuperándose.
La nueva realidad obligará a readaptar la estrategia y la gestión en la empresa. En este apartado cabe destacar dos ámbitos de acción: la flexibilización de las cadenas y la necesidad de incorporar nuevos productos/servicios a sus carteras para poder dar respuesta a las necesidades de los clientes. En este sentido, las nuevas tecnologías influirán en las actividades de mantenimiento ferroviario, ya que estos sistemas facilitarán la demanda de estas operaciones. Las tecnologías innovadoras permitirán un mejor seguimiento, diagnóstico y comunicaciones que conducirán a un aumento de las medidas preventivas y predictivas, en lugar de las reactivas como se viene haciendo hasta ahora. Sobre todo, estas tecnologías impulsarán la digitalización del sector y las técnicas de aprendizaje.
Retos del sector y conclusiones
La irrupción de la COVID-19 viene emparejada a importantes cambios que afectan al comportamiento de los consumidores, las cadenas de suministro y, por tanto, al buen funcionamiento de las empresas. En este contexto, el sector se enfrenta al reto de alinear de forma ágil e inmediata sus cadenas de suministro con los mercados en los que operan y prepararse para la nueva y futura normalidad, en la que deberán incorporar de forma proactiva elementos como la planificación avanzada y la digitalización, para así disponer de cadenas que impulsen el valor.
Por consiguiente, el desafío a corto plazo para las entidades ferroviarias es hacer coincidir la demanda con la oferta, lo que requerirá una mejor capacidad de planificación, por lo que será necesario agilizar la gestión a través de la digitalización. El mayor desafío a nivel de proceso es promover la planificación como principal elemento de gestión para hacer frente a la incertidumbre y complejidad generada por la crisis de la COVID-19. Esto significa proporcionar al sector una hoja de ruta y la capacidad de tomar las decisiones correctas para responder a las crisis que puedan surgir en el futuro.
Las empresas apuestan claramente por un cambio de paradigma en las cadenas de suministro en el que la flexibilidad, la resiliencia y, sobre todo, la digitalización jugará un papel clave.
Ante esta situación, el papel de la WI como motor para mejorar los servicios innovadores y el desarrollo tecnológico será aún más importante que antes, especialmente para las pymes: aprender de la experimentación forzada y la inversión en tecnológicas de mitigación de riesgos puede ayudar a las empresas a ser más inteligentes y flexibles. Por ejemplo, la experimentación forzada ha llevado a una mejor compresión del teletrabajo.
Europa tiene un sector ferroviario industrial altamente competitivo, profesional y fuertemente integrado a pesar de las crecientes demandas de movilidad logradas por otros modos de transporte.
La industria ferroviaria hoy en día tiene la capacidad suficiente de implementar las tecnologías innovadoras desarrolladas en otros sectores industriales, representando una oportunidad para liderar el sector a través de la innovación.
En los últimos años se están desarrollando nuevos modelos de negocio y estrategias comerciales, ofreciendo a las empresas ferroviarias nuevas posibilidades tecnológicas y acelerando así la innovación (Comisión Europea, 2019).
Por eso el ferrocarril ha de ser uno de los ejes centrales de las políticas comunitarias y, por ende, nacionales. Se trata de un sector integrador, cohesionador y, como se ha demostrado en los momentos más duros, fundamental para el transporte no solo de personas, sino también de mercancías, alimentos y bienes y equipos de primera necesidad. Es el momento de mirar hacia el futuro fortaleciendo nuestras capacidades, nuestras cadenas de suministro; apostando por la formación, la innovación, la digitalización, la conectividad y, cómo no, la seguridad y la fiabilidad; siendo plenamente conscientes de nuestro papel vertebrador de la sociedad y promotor del desarrollo y el bienestar.
Este texto es una versión extractada del artículo publicada. Podéis encontrar la versión completa en el siguiente enlace: https://www.revistadeobraspublicas.com/articulos/la-innovacion-abierta/